Yo estoy volviendo a leer ésta maravillosa novela. La forma de escribir de Alana te lleva, de la manita, a conocer realidades que no por diferentes a la propia son menos cercanas. Transmite ternura, dulzura, dureza, emoción, risa... Quiero que se traduzca ya a todos los idiomas en los que está previsto que se haga -desde mucho antes de publicarse aquí- (En Francia ya está publicada y lo está petando).
Por otro lado, la ilustración de la portada está realizada por la ilustradora y escritora Roberta Marrero. La técnica artística se llama collage. Y, aunque es una creación absolutamente libre, tiene una gran conexión con la novela.