Hoy es la tercera vez en mi vida que veo está película, también la tercera vez que lloré viéndola. No sé cómo expresarles las sensaciones que me provoca verla, sobretodo porque siempre he sido una persona muy tímida, introvertida y ansiosa, lo cual hace que se me complique disfrutar mucho algo tan simple como mi día a día. Y eso es lo que hace que está película me provoque tantas cosas, cuando enseña la importancia de disfrutar los momentos más simples de tú día, aunque sea algo tan sencillo como sonreír y mirar a tu aldedor. Atesorar los momentos con las personas que amas, porque nunca sabes cuándo será el último. Los pequeños actos de amabilidad con aquellos que amas por más sencillos que sean, haciendo que la relación se fortalezca. Darte cuenta que es hoy, aquí y ahora.
Hay tantas escenas de las que me gustaría hablar, pero solo me queda decirles que la vean con atención, que disfruten cada segundo de esta película, así como la vida misma.