En este libro Lucía Baskaran se adentra en un mundo más turbulento, más doloroso y enormemente frustrante porque durante todo el libro imaginamos que hay un secreto que pulula en todas las páginas, que pesa, que no deja de ser leve al principio pero complejo a final.
Y el final hace que nos entren ganas de volver a empezar a leerlo para poder tomar conciencia real de los hechos, desde una perspectiva más magnánima, con una protagonista que crece a lo largo del texto.
Es duro, es muy hondo y doloroso, pero Lucía ha retratado los hechos tan bien, se siente tan real, que te envuelve con pesar. Una maestra emocional!