Se pueden sacar muchas conclusiones de esta charla del papa Francisco con los jóvenes, primero que siendo la máxima autoridad de la iglesia en ningún momento juzgo las vidas y pensamientos de esos muchachos, es decir no somos nadie para juzgar al prójimo, segundo el énfasis que hizo el papa en llamar a las cosas por su nombre, tercero en que es este planeta hay millones de pensamientos, vidas y formas de ver y actuar, pero se ve que todos debemos acoger, acompañar y sobre todo ayudar a nuestro prójimo, me pareció interesante la posición del papa en los temas de aborto, pornografÃa, pederastia, homosexualidad, ateÃsmo, todos esos temas supremamente densos, pero en todo instante no hubo un escandalo o juzgamiento por parte del papa, al contrario los toco como mucha naturalidad y misericordia, cada joven lleva su camino, sus vidas y ojala ese encuentro con el papa les de muchos frutos para poder acercar su vida mas a Dios y encontrar esa gracia necesaria para ver a Dios en todo lo creado, saber y conocer el amor y la misericordia.