De lo mejor que he leído. Adoro a Federico, sus imágenes, su profundidad. El Llanto es una obra perfecta. Más que una elegía. Es música, estupor frente a la muerte, rebeldía, melancolía, superación a través del arte.
Leerlo muchas veces. De a poco. Para que las imágenes vayan tomando su lugar. Es licor fuerte.