Netflix destruye el cine. Es una película poco creíble, los actores están desaprovechados, es un mal intento de copia de las series actuales que se ven por streaming. Ya lo dijo Luciana Martel: “Porque si bien es posible que venga otra generación y otras empresas (porque Netflix, por Dios, lleva todo para el mismo lado), ahora está muy dominada por la trama, muy dominada por el diálogo canchero o por la ocurrencia y la obligación de enganchar”.