Este libro plantea situaciones muy interesantes y critica la romantización de los asesinos seriales en la cultura popular (específicamente en la cultura japonesa). Apesar de que es ficción, si genera reflexiones sobre la moral acerca de niños que asesinan y su responsabilidad en ese tipo de actos. Personalmente me pareció bueno, fácil de leer, intrigante y con una excelente estructura que provoca querer seguir leyendo.