La parte artística está bien, ameno y bien explicado, de manera cercana.
Pero no me gusta el tono feminista que la autora utiliza en todo el libro. Me parece estupendo visibilizar a las artistas mujeres, pero de ahí a dirigirse al lector utilizando un impropio femenino genérico y desacreditar a la mismísima RAE en la página 344... pues no es admisible.
Además, la edición debería estar más cuidada, hay varias fechas y nombres erróneos.
Por no hablar de las alusiones a Hannah Montana o a Taylor Swift....