Para ser del género reality, mantiene el espectro del drama y el suspenso a base del manejo cinematográfico, la música y los efectos, más que en peleas o rencillas forzadas por la producción como lo que uno se suele imaginar en la televisión americana en general. La competencia es central, pero también logra entrar una mirada hacia la vulnerabilidad, la voluntad y muchos más aspectos psicológicos-emocionales de los participantes, en relación con sus esfuerzos físicos. Esto para mí es la verdadera 'telerrealidad', una producción que te hace entrar profundamente en el mundo de cada participante y te atrapa dinámicamente con cada episodio y sus diversos desafíos corporales como mentales.