El álbum, prendió fuerte en la juventud de la década del 80. Propuso una música que rompía con la solemnidad y el respeto que imponía el rock nacional y las tomas de posición política respecto de quienes defendían "lo nacional" frente al imperialismo. Desde un aparente estar ajenos a la situación política impuesta por la dictadura militar, Wadu Wadu irrumpe en la escena con una "estrategia de la alegría" como la define el artista vanguardista Roberto Jacoby, letrista de varios de los temas. Lejos estaban los músicos platenses Federico, Julio y Marcelo Moura de desconocer las consecuencias del terrorismo de Estado que se vivía desde 1976, ya que uno de los hermanos, Jorge, fue detenido clandestinamente y desaparecido. El estilo, una confluencia del post-punk y el rock, invita al pogo, al contacto físico, en un cuerpo a cuerpo. Wadu-Wadu renueva los espacios en que la música solo se escuchaba, volviendo al baile una forma de liberación. De esta manera, se buscaba una vía de escape de la situación opresiva impuesta por el control militar. Pronto, con la vuelta a la democracia en 1983, los temas de este y los demás discos de Virus, conformaron la renovación de la música nacional y es un disco imprescindible en la historia del rock argentino.