BellÃsima. FotografÃa excepcional y un placer ver preparar las exquisiteces de la gran cocina francesa. Hay escenas memorables y Juliet Binoche soberbia. La pelÃcula es una representación estética del impresionismo, los jardines el pequeño lago, los paseos entre los árboles, el huerto...la minuciosidad del director en filmar la apertura de una ostra, el relleno de una pularda, el asado del carre, y las sabias menciones a los vinos. Una delicia. Y el grupo de amigos de Dodin, muy grato.