A sus 77 años de edad el viejo Pablo entrega en con este concierto uno de sus discos más gloriosos. Milanés no envejece, su potencia de voz aún es un cañón pese a cantar sentado como es su huella digital. Para él cantar es tan natural como loes volar para un ave o florecer para una jacaranda.
El disco y el video son imprescindibles, más en estos días llenos de nostalgias y dolor por despertar y dormir en medio de una pandemia. Con Pablo, como siempre y más con este trabajo, todo se vuelve un comienzo y final de una verde y feliz jornada.