La pelÃcula empieza bien, la premisa es interesante y casi creÃble. Los giros que se dan son bastante sorprendentes, hasta llegar al desenlace, momento en el que empiezan a ocurrir cosas sin sentido. Al final uno se queda con la sensación de que el guionista no sabÃa bien como cerrar la pelÃcula y decidió hacerse un sapo bufo. Las ideas que le vinieron a la cabeza en ese viaje son verdaderas imbecilidades y al final el espectador mÃnimamente exigente se queda con cara de tonto, como si le hubiesen dado el cambiazo. No ver a menos que a uno le guste que le tomen por imbecil. O al menos no ver hasta el final. La primera hora da para sacudir la sardina.