Andrés Morúa

Muy buen disco, una nueva fórmula y un sonido fresco y renovado de Genesis.

Después de "Hello, I must he Going! " Phil Collins reinventa su sonido con cajas de ritmos y sintetizadores adaptándose a los gustos sonoros de mediados de los 80 con un sonido propio. Un álbum muy bien logrado y un clásico que todo ochentero debe escuchar.

La fusión de elementos de rock en su música, la oscuridad en el disco y su imagen hicieron de este álbum una obra maestra.

Aburridísima re interpretación de Roger Waters de "The dark side of the moon ", en un afán por demostrar que puede mejorar las cosas él solo, y que el fantasma de Pink Floyd no lo ha abandonado ni lo hará. Roger, por más tuya que sea la idea del disco, tus excompañeros lo hicieron grande, por más que los desacredites. Por favor no toques "Wish you were here" y "The wall". Con este, ya hiciste suficiente daño.

Refleja la grandilocuencia y arrogancia de los Gallagher en ese tiempo (Como si hubieran cambiado algo). Un álbum bastante ruidoso, con un par de canciones acertadas, pero igual de repetitivas que el resto del repertorio. Un disco agotador de escuchar.