Al principio prometÃa mucho más, el excesivo alargamiento la hizo inverosÃmil. La aparición de los mexicanos, con esos personajes cliché y malos actores como el joven rubio pudo con mi paciencia. Tanto como ese Mario Mendoza, que pasa de muy malo a muy bueno (eso sÃ, siempre guapÃsimo e irresistible para todas). Lo mejor, las actuaciones de Ferro y Nemo. Pero basta para mà con la primera parte.