Es una serie interesante, une intriga internacional con algo de comedia. Lamentablemente incurre en el cliché tÃpico estadounidense del contrabando subliminal consistente en que éllos son los buenos, el ejemplo de democracia, cabeza "del mundo libre", y los malos malos malos son los rusos, los iranÃes y los chinos. La "terrible invasión rusa a Ucrania" se repite en los diálogos hasta el cansancio y el que sufre la guerra es únicamente el pobre pueblo ucraniano. Ahora, sobre la revuelta del Maidán que provocó EEUU, y las masacres que cometió Kiev contra el pueblo ruso habitante del Donbass: silencio, silencio...