por Gustavo Lorenzo
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El intendente de Tandil decidió independizarse de la política sanitaria de la provincia como si no perteneciera a un sistema representativo democrático y federal.
No solo no firmaron el acta de solidaridad con los demás municipios sino que creyéndose autosuficientes inventaron el disparate de los semáforos.
Lógica y lamentablemente, ahora se les quemaron los papeles ya que la situación sanitaria como la económica de diversos sectores está en un punto crítico.
Vale decir que el gobierno de la Provincia de Buenos Aires , en su Gobernador Axel Kicillof le giró a Tandil 164 millones de pesos y tambien una parte de los 1.500 millones q se distribuyeron entre los municipios x el Covid.
Ah, la polémica direccionada habla de venganza y cosas así, pero Voluntariamente no dicen que el "emperador" de Tandil, quien forma parte de la fuerza política que " más respeta la República, las instituciones y coso", no cumplió con la ley para acceder al beneficio que sí tuvieron los otros 134 municipios de nuestra provincia sin distinción de color político ( como corresponde)
El decreto que reparte los 300 millones de pesos marca en sus artículos 2 y 3 que para su adhesión los municipios debían comprometerse a las pautas sanitarias del ministerio de Salud bonaerense, cosas que por supuesto, Tandil no hizo.
No es ni venganza ni nada de eso.
Cumplir la ley se llama...
Gobernar no es tener un cheque en blanco por más elecciones que se ganen.
Sería bueno que el Intendente Lunghi deje la omnipotencia y la soberbia, y pueda reconocer que no hay soluciones mágicas, que los héroes individuales no existen, y que solo no se salva nadie...