Isidro Rangel O'Shea

Una increíble historia que hace ver el sexo como el gran juego del ser humano.

Extraordinario y exquisito. Una narrativa contemporánea que te hacer querer más.

Realmente se me hizo un ladrillo difícil de terminar; continuamente lo mismo y lo mismo, puedes saltarte 50 páginas y sigue sin suceder nada.

Me pareció extraordinario, si no le pongo 5 es solamente porque ciertas páginas del final resultan repetitivas pero se entiende al haber tenido como base columnas del periódico. Te hace sentir la experiencia de quienes hemos vivido y amado Madrid y por otra parte logra - de manera extraordinaria - rememorar los días de cuarentena y lo que muchos sentimos esos días.

Me gustó la narrativa de los primeros capítulos; de la mitad hacia adelante me pareció más un texto referencial y/o bibliográfico algo cansado. Sin embargo aporta muchos datos y referencias interesantes sobre la contracultura en el país.

Bueno; el primero que leí de Xavier Velasco. Me hizo recordar mucho a “Las batallas en el desierto” de José Emilio Pacheco.

Me pareció bueno. Un libro que puede gustar a cualquiera que disfrute de relatos contemporáneos, este en especial situado en fechas sumamente específicas y en una ciudad en concreto (concreto nunca mejor dicho). Tenía muchas ganas de leer algo situado temporalmente en días de pandemia y específicamente de cuarentena, no me defraudó.

El punto de partida me parece sumamente interesante, sin embargo, creo que llega un momento en el cual deja de haber una línea logística y se convierte más en un texto de presunción y defensa de ciertos actos. Asimismo hay errores mínimos pero evidentes en ciertos capítulos como el de México.

Increíble, te hace recordar la fantástica era de la inocencia , pareciendo que efectivamente está escrito por un niño que no entiende precisamente lo que es el mal.

Excelente. Siempre he pensado que de manera escrita lo más difícil es hacer reír, y la autora lo logra en casi cada una de las páginas. Paradójicamente después de que es sumamente realista o incluso pesimista respecto a lo que es el trabajo y la vida diaria, por lo menos en mi caso, me hizo sentir al final una gran alegría.