¿Michoacán en crisis permanente? Familias atrapadas entre extorsiones y control territorial
La violencia en Michoacán ha registrado una escalada preocupante, marcada por asesinatos de figuras políticas y sociales, como los de Bernardo Bravo y Carlos Manzo, así como por hechos de alto impacto como la explosión de un coche bomba en Coahuayana. El crimen organizado mantiene una fuerte presión sobre sectores clave como la agricultura, imponiendo extorsiones, control territorial y reglas propias, en medio de la disputa entre grupos criminales, particularmente contra el Cártel Jalisco Nueva Generación, que busca ampliar su dominio en la entidad.
Ante este panorama, el gobierno federal implementó el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, que ha dejado detenciones y decomisos relevantes. Sin embargo, especialistas y sectores críticos advierten que la estrategia no ataca el corazón financiero y empresarial del crimen, permitiendo que persista una gobernanza criminal que sustituye funciones del Estado. La efectividad de las políticas públicas y la actuación de las autoridades, inclu