Carlos Ponce

A quien le gustan los finales felices, NO LO VEAN! Tenía todo para un sufrido pero, hermoso final. Los coreanos, como siempre pifiando al final, que desperdicio. La segunda parte estuvo mal y de más.

Creo que el prota, se perdió en una bobería exagerada y exasperante. Está bien ser el novato tímido e inexperto, pero no convertirlo en casi un autista. Pudieron haberlo hecho evolucionar, a medida que avanzaba la serie pero, insistieron en dejarlo en un estado catatónico, con poco diálogo, expresándose solo con monosílabos, dejando esa evolución solo para el final, cuando ya no quedaba nada por ver.

Muy entrenida, excelentes efectos especiales, lo mismo con los personajes.

Como todas las series coreanas; indefinidas, con apología al existencialismo que roza lo metafísico, y asexuadas hasta el infantilismo, siempre con un gusto agri-dulce, hasta volverse amargo en el final.

Que realista esta animación!! Me encantó, y que bueno que quitaran la censura. Ojalá pronto la siguiente parte.

Extraordinaria película, lo justo y necesario.

Que final tan burdo e innecesario.

No me imagino a muchas «Rika Akana» en Japón, ese estereotipo es más bien occidental, pero aún así, si se atrevieron con ella, las mentes estrechas japonesas debieron haberle dado un final más digno, y no dejarla sola con un hijo.

Nadie me obligó a ver esta basura.

Una joya de película; estremecedora hasta los huesos.