Una serie muy, muy hermosa. Me dejó llorando en varias ocasiones, soy de corazón de pollito. No me esperaba una narración tan genial, personajes encantadores, enganchantes y momentos emotivos, hermosos, pero también escenas que parecen de pesadilla (Ejem, Belos). No es malo, de hecho me gusta ese contraste tan grande entre lo tierno y lo horroroso. Hay muchas dudas que se dejaron sin resolver, nos dejaron en suspenso, en intriga y un montón de misterio... se las recomiendo.