Me siento estafado,ya no creo en las lágrimas de Tony Succar tampoco en las bravatas de Maury y menos en el poder de la barita mágica de Mary Carmen,lo.mejor del programa es que era en vivo con la expectativa de los errores y reacciónes espontáneas,si antes hubiera sido asà no hubiéramos visto nunca al argentino de Luis Miguel y su reacción de pelÃcula