Quienes vean este filme con grandes expectativas, ya en la manera en que los protagonistas se conocen, van a vislumbrar que las situaciones son y serán poco creÃbles durante el resto de las 2 horas y media. Las actuaciones tampoco son de lo mejor, rescatando a Renée Zellweger. Quizás lo más artificioso se observa en la escena en que Inman (Jude Law), en su largo caminar de regreso luego de haber desertado en la guerra civil, llega a pedir comida a una cabaña donde habita sólo una joven mujer y su bebé. Ella no lo conoce, pero le permite entrar, lo alimenta, le regala ropa de su marido fallecido, lo invita a su cama, duermen juntos... Y nada... Claro, es que él está enamorado de Ada (Nicole Kidman), a quien vio y con quién habló muy pocas veces. Al final llega adonde su amada (obvio), pasan su noche de amor y al dÃa siguiente logra impartir justicia matando al tirano del pueblo. Pero para que el final sea más dramático, él también es alcanzado por una bala y muere en los brazos de Ada, diciendo: "volvÃ". Para quienes gusten de las pelÃculas poéticas y del amor romántico con un final para llorar, quedarán felices.