Tengo 54 años y recuerdo con mucha emoción cuando me llevaba al kiosco a comprar el siguiente número de mortadelo y filemon, después fuy enredando los cómics de mis primos que eran mayores y me los regalavan que yo por desgracia los he extraviado, pero desde aquí quiero brindar a F Ibáñez que con su verdadera imaginación portentosa que haya hecho con su trabajo tan felices a tantos niños como yo. Un cordial saludo este donde este por dedicar tantos años de su vida a hacer felices a tantos niños y no tan niños todas las semana, maestro le recuerdo con ternura y tiene y tendrá todo mi respeto y admiración, un privilegio poder haber crecido entre sus historias.