Es un álbum terrible a pesar de algunas canciones. Suena más a descartes de Rebirth que a una segunda versión de This is Me Then. El problema es que López se cree que el canto es su principal cualidad, que todos queremos saber de Ben y Jen en la forma en que lo relató (hubiera bastado un Dateline Special 2) Los fans siguen locos con el 1. Y que ese tipo de música sigue vigente con esas letras tan insípidas.