Un regreso triunfal: Deep Purple sorprende con un disco excelente
No podía creer lo que estaba escuchando. El último disco de Deep Purple es un golpe de efecto que me ha dejado con la boca abierta. El sonido es atrevido y fresco, pero a la vez clásico y fiel a las raíces del grupo. La mezcla de blues, rock progresivo y hard rock es perfecta, y cada tema es un viaje emocionante.
Me sorprendió especialmente el trabajo de Don Airey en los teclados. Sus solos son innovadores y arriesgados, con sonidos que nunca habíamos escuchado antes en la discografía de la banda. Es como si hubieran encontrado una nueva fuente de inspiración y energía.
Pero hay un tema que se destaca por encima del resto: "If I Were You". Este tema blusero y progresivo es un golpe de genialidad, con un ritmo hipnótico y una atmósfera que te transporta a otro mundo. Es el tema que más me ha gustado del disco, y es un ejemplo perfecto de cómo la banda ha sabido evolucionar y renovarse sin perder su esencia.
Y quien hubiera dicho que la inclusión de Simon McBride a la banda hubiera encajado tan bien. Su guitarra se integra perfectamente con el sonido de la banda, y su presencia ha añadido una nueva dimensión al disco.
Debo admitir que me cuesta creer que estoy escribiendo esto, ya que Steve Morse es uno de mis guitarristas favoritos y me parecía imposible que alguien pudiera reemplazarlo. Pero Simon McBride ha logrado algo increíble: ha encontrado su propio espacio en la banda y ha aportado una nueva energía y frescura al sonido de Deep Purple.
Para mí, este disco es el mejor que han lanzado en al menos 30 años. Es un regreso triunfal para una de las bandas más legendarias del rock. No puedo recomendarlo lo suficiente. ¡Es un must-listen para cualquier fan de Deep Purple y del rock en general!