Cada vez que escucho: hola, me llamo Iñigo Montoya…” ufff. Divertida, al máximo, deliciosa hasta en sus imperfecciones, con personajes y actuaciones geniales, de revisión cada tres o cuatro años. He leído el libro y han sabido replicar todo de una forma genial (por cierto, el libro también es para deleitarse con él). Una joya con la que disfrutar.