Coincide totalmente con el politólogo sueco Bo Rothstein quien afirma (previa investigación y amplios estudios para COMPROBAR lo que todos sabemos aunque muchos quieran cegarse) que los países más corruptos tienden a tener mayores déficits fiscales ya que “La democracia no es suficiente si no resuelves problemas como el nepotismo, la corrupción o el clientelismo; en donde lo económico no es tan importante como podría parecer, la felicidad no aumenta sustancialmente con la cantidad de ingresos...los problemas no están en la Constitución o las leyes, que son las mismas, sino en la implementación de éstas. Había una teoría que decía que aunque la corrupción era mala en parte, también tenía su aspecto positivo porque engrasaba la maquinaria y hacía que la rueda siguiese girando”.