Señor, con tanto martirio que sufrieron nuestros Hnos; cómo podemos nosotros pedir para nosotros que nuestra vida cristiana sea un Campo de rosas.
Ellos van delante de nosotros y nos avergonzamos de la vida tan fría que vivimos, habiendo ellos, expuesto así la suya.
Que reciban la corona de vida, y sean llamados con honor, BIEN HECHO BUEN SIERVO, ENTRA EN EL GOZO DE TU SEÑOR.