La narración se inicia en 1961, con Elizabeth Zot, posteriormente la protagonista se remonta a 1952, relatando las grandes dificultades que tiene que atravesar, por el simple hecho de ser mujer, para hacer lo que cualquier hombre podía, dedicarse a un trabajo, en este caso investigación química, en igualdad de condiciones, al contrario sufre infinidad de humillaciones y abusos de todo tipo, no sólo de tipo sexual, apropiación de su trabajo y continua desvalorización de sus esfuerzos.
Es muy interesante porque nos hace vivir esa difícil y continua lucha sin decaer, sin rendirse....
Y es preciosa, porque tiene lo que más me gusta en una obra: un precioso final.