Literalmente leer este libro me cambió la vida y el pensamiento, dejé de buscar el amor fuera de mí y me dí cuenta de que tengo una capacidad infinita de amar a todo el mundo y a mí misma, que nunca imaginé, eso me transmite una felicidad y un bienestar mental que permanece cada día que medito con compasión pensando en todos los que me rodean.
Es como detener el tiempo, sentirse pleno y inmensamente feliz, sin siquiera cruzar una palabra con el prójimo, pero sintiendo amor y compasión por todo ser viviente, incluyendo a quienes nos han hecho daño, me dí cuenta que esas personas que me hicieron daño, sembraron odio y eso van a cosechar, mientras que cada vez que yo siembro amor en mi florece la plenitud y cocecho felicidad.