Verdaderamente creo que hemos presenciado una obra maestra. Aún sigo sin palabras para describirlo.
David Gilmour se escucha y se siente liberado, con solos emocionantes, con pasajes oscuros, con letras profundas y con una producción escandalosamente buena.
Luck and Strange es lo que Bocanada es para Gustavo Cerati, la liberación de un alma que ha logrado convertir sus fantasmas y vivencias en arte perfecto.
Gracias David, por volver a llevarnos al espacio y ahora también, a buscarnos dentro de nosotros mismos.