Lenta, algo absurda, guiones e interpretaciones muy amateur, en ocasiones logran un buen ambiente denso/incómodo pero con muchas incoherencias tocando lo absurdo, el perro es el que mejor interpretó su personaje...con un final inconcluso y confuso, que deja todo a criterio del espectador. Perfectamente un fanático religioso lo puede tomar por el camino de que "la palabra de Dios" (la de la biblia) se debe interpretar al pie de la letra para evitar "la ira de Dios" (fomentando ese fanatismo religioso narcisista)