Un thriller policiaco que parece ser simple, pero es más complejo de lo que aparenta. La obsesión, el retiro, el tiempo libre, la conciencia y la maldita casualidad es la mezcla que se muestra en este film, cuyo resultado es apabullante y desolador. Un final desgarrador. La actuación de Nicholson es majestuosa. La dirección de Penn, muy soberbia.