Qué es para ti tu familia? y, qué harÃas por ella?
Estas preguntas tan simples a primera vista, son respondidas desde dos puntos de vista totalmente distintos. Desde una visión adulta, a través de los ojos de un buen padre, que hará lo imposible para sostener a su familia convirtiéndose en un héroe, aunque sea una persona con todo y todos en contra; y la otra, desde la perspectiva de un joven atormentado, perteneciente a una familia desestructurada que no ha aceptado el divorcio de sus padres y que deambula como alma en pena, sin motivación alguna.
Estas dos visiones son las únicas que se admiten en la pelÃcula, pero no son coincidentes de forma simétrica ni por oposición del uno con el otro, no son los dos extremos de un mismo espectro.
Sin embargo, sobre esta oposición, el guion basa todo su potencial. Y esta oposición, uno viejo, el otro joven, uno feo y asustado y el otro bien apuesto y valiente, da a entender que lo viejo es mejor, pero sin dotar de respuesta alguna a dicha aseveración. La única respuesta que se concede es que el viejo no ha tenido una vida fácil pero lo acepta, y el joven tampoco,
pero no la acepta y se corrompe. Pero, eso significa que los jóvenes de las familias desestructuradas están todos como una chocolatera? Pues no. Pero la pelÃcula plantea dicha cuestión como un hecho en sà y la responde de forma categórica, como si los hijos criados tras un divorcio fuesen una fuente de violencia contenida, de problemas y beligerancia incontrolables.
Ese choque de visiones, de formas de ser, es expuesto a través de espectaculares efectos especiales bien construidos y perfectamente plasmados en las distintas secuencias de acción que la invaden.
Son destacable los diálogos, mordaces y sutiles en muchos momentos que permiten crear los personajes magistralmente; y por supuesto el ritmo, incansable, desde uno lento y pausado al principio de la pelÃcula hasta otro rápido y colérico al final.
En definitiva, una muy buena pelÃcula, muy rica visualmente y muy entretenida, pero con un mensaje, en la forma planteada poco afortunado, puesto que a la postre: es realmente lo joven peor que lo viejo? pues yo dirÃa que no.