Pasapalabra es un auténtico fraude al televidente. Sólo llega a término cuando la empresa lo dispone. En todos los roscos existe una palabra de casi imposible solución. Algo así como “segundo apellido del primo hermano de Napoleón que llevaba la bandera en la batalla de Waterloo”.
El programa es ameno, pero está totalmente manejado por el productor, de manera que resulta casi imposible completar los roscos.