Es una película que nos saca de lo cotidiano, sale del típico cliché de los exorcismos gringos practicados por el Vaticano, mucho mejor final o mucho mejor trabajado que franquicias como El Conjuro, gran acierto ambientarla en Catemaco (Veracruz) México, ojo es una película de ciencia ficción con el afán de entretener y sacar uno que otro susto, no es un documental; y aunque a veces es un tanto monótona y predecible, se le pasa por la genialidad de no ser lo típico y tan desgastado referente a las películas de exorcismos.