Cuando a los gringos les da por considerar una pelÃcula buena (por el motivo que sea), nostalgia en este caso, no hay marcha atrás. Miles de opiniones impresas del mismo molde y a gran escala, se desprenderán en el resto del mundo entre la gente con nulo criterio. La misma razón que hizo popular al UCM, y la misma razón por la que una pelÃcula descaradamente mediocre, es tomada por decente -como mÃnimo- cuando fuera de su inexistente propuesta, nulo trabajo en guión, actuaciones incómodas, humor forzado, dirección en automático, efectos mal pulidos hasta en el CGI, y un desinterés genuino de parte de todo el equipo (incluÃdo post-producción); no ofrece absolutamente nada a un público *no americano* Porque no se engañen, a ellos les queda la nostalgia de un juego clásico de mesa con el que (Oh. Sorpresa) han crecido, al resto del mundo una indiferencia absoluta al finalizar esta ''maravilla''.