Compartir la experiencia de lo que la lectura de este maravilloso libro me llevó a reflexionar, a comprender, a emocionarme hasta las lágrimas, a cobrar consciencia sobre es el sentido y el significado de la la vida y de la muerte, de la risa y el llanto, del dolor y el amor, va más allá de lo que las palabras alcanzan a describir. Agradezco a Carlo el compartir su experiencia y permitirme hacerla mía y transcribo un pequeño párrafo que aparece al final del libro en el que Carlo expresa:
"Es posible vivir aquí y ahora, es posible aprender del dolor, es posible asumir las pérdidas que la vida nos regala; es posible ser generosos, es posible descubrir a Dios en el silencio de la inmanencia y en los ojos de los demás; es posible trascender el miedo, es posible emparentarnos con la alegría. Es necesario hacerlo ya".