Al principio tiene los componentes visuales y funcionales del mundo de Barbie, todo encaja perfectamente y hace que sea una versión muy creÃble del mundo mágico que soñábamos cuando jugábamos con nuestras muñecas, pero luego se desdibuja en un crÃtica social muy fuerte y descarnada tanto para hombres como para mujeres, mostrando que solo sobresalen los que subyugan a los otros, con un falso mensaje feminista que se contradice en las acciones. Un final que ni idea que quiere transmitir y desvinculado de la trama.