La verdad, no es lo que esperaba. El libro no es malo, de hecho, es bueno. Se lee fácil, y la “historia de fondo” es muy atractiva: un mundo de fantasía en guerra, con dos reinos con mucha rivalidad. El problema? Nunca pasa nada entre estos reinos. De hecho, en 800 páginas, nunca dicen ni el nombre del rey de Poromiel. El libro no intenta hablar del mundo, ni de la guerra, solo se centra en la relación amorosa-sexual entre la protagonista y su noviecito (el típico cliché “chico bueno en todo con aires de villano”). Si buscás una novela de romance ambientada en un mundo de fantasía, seguramente este libro te va a encantar. Si buscás algo del tipo “Game of Thrones”, dejame decirte que este libro no es NI UN POQUITITO PARECIDO, ni tiene la intención de serlo.