Pensaba que se trataría de algo como Star Wars: Visions que me gustó mucho, pero esto es una miniserie de seis episodios donde explora momento de inflexión en la vida de Ahsoka y Dooku.
Van spoilers.
El primero, quinto y sexto son los episodios de Ashoka.
El primero es sobre su primer año de vida. Su madre la lleva a cazar porque es parte de un ritual, un gran felino se roba a la niña, pero genera un vínculo, y el jefe de la tribu la identifica como una jedi. Luego tenemos uno sobre su entrenamiento; Anakin convence a Rex y sus clones para que ayuden a entrenar a su padawan disparándole con sus armas aturdidoras. El último es sobre su exilio y su regreso a pelear fuera de las sombras.
El resto son los de Dooku.
En uno lo vemos en un planeta miserable a rescatar al hijo de un senador, pero su brújula moral comienza a desviarse. Luego él y Mace Windu investigan la muerte de una maestra jedi. En el último vemos cuando cruza el punto de no retorno hacia el lado oscuro.
Cuenta con las voces de Ian McDiarmid, Corey Burton, Phil LaMarr, Ashley Eckstein, Clancy Brown, Liam Neeson y Bryce Dallas Howard; hubiera sido grandioso tener a Hayden Christensen y a Samuel L. Jackson, pero no todo se puede en la vida.
Son relatos (casi anécdotas) complementarias de estos dos personajes del las precuelas, el vistazo a Dooku es más interesante que el asunto de Ahsoka, pero Visions me gustó mucho más. Además de explorar personajes nuevos y otros rincones del universo, la variedad de estilos era asombroso y refrescante. Aquí es, la verdad, más de lo mismo. La parte visual es lo que destaca, mantienen en estilo de Clone Wars, pero tiene texturas fabulosas, en algunos momentos parece una pintura impresionista, el los humanoides parecen tallados en madera, me gustó mucho eso. Y la duración. Si los capítulos hubieran durado más no los hubiera soportado.