Actuaciones sublimes, no hay necesidad de muchos diálogos, ya que las miradas, los gestos, y el silencio componen un absoluto e inquebrantable equilibro. Ritmo muy pausado, delicado, hermoso y personalmente en ningún caso aburrido. Vestuario de 10, banda sonora acertada. Gran quÃmica entre las actrices, el amor que sienten los personajes traspasa la pantalla. Miradas, pequeñas sonrisas, caricias, gestos, detalles... Todo desemboca en la inevitable necesidad de satisfacer los deseos de ambas, en un par de escenas preciosas cuyo único sentimiento como espectadora puedo resumirlo en un par de palabras: fuego y pasión.