pablo narvay

Me aburrió soberanamente. Sin un principio, un nudo y un desenlace. Una sucesión de imágenes casi ausentes de diálogos y con una música de fondo casi como un mantra que dura los 100 minutos de película. Una película fría, que no conmueve ni logra que el espectador se involucre con los personajes.

Es una metáfora de la diferencia de clases. Desconciertan un poco los giros argumentales y algunas escenas que se acercan a lo grotesco. No me parece a la altura de un Óscar.