Truño. No parece ni suya. No hay nada que se salve. Nada.
Lleva este genio estrujando el corazón al mundo durante décadas. Hasta cuando sabes cómo va a acabar la pelÃcula, o te lo imaginas, sales del cine estremecido. Pero con esta no. Y no pienso halagarla en honor a su carrera porque creo que serÃa injusto con el resto de obras maestras que nos ha legado.