Joaquin Flores

Netflix nos presenta una de las películas con presupuesto más alto de este año y sin duda han sabido aprovechar este presupuesto optando con múltiples escenas de acción, persecuciones y secuencias con un alto uso de efectos especiales bien realizados. Como toda película de The Rock, nos presentan situaciones oportunas para la trama, vínculos afectivos inexplicables y un final predecible y ciertamente satisfactorio que usualmente solemos encontrar en los Blockbusters. La película como tal, está bien realizada, tenemos una actuación ligeramente destacable de Gal Gadot a la cual no le vino nada mal interpretar a una ladrona con una personalidad dominante y picara, un Ryan Reynolds que aporta en gran parte la parte cómica a la trama y un Dwayne Johnson haciéndola de Dwayne Johnson. El esquema de la película resulta muy parecido a las películas de su tipo, pero pareciera que poco a poco intentan incorporar un poco más de originalidad a la trama y perfeccionan aspectos que en anteriores cintas se han descuidado. El humor es bastante blando y bueno si quieres pasar un buen rato con la familia. Cargado de escenas de acción con movimientos de cámara interesantes, hacen que este largometraje se sienta entretenido y fácil de digerir. Quizá no sea una de las producciones más memorables de la plataforma, pero deja su marca y demuestra el poder económico con el que las plataformas de servicio de Streaming cuenta y lo bien que lo pueden manejar. Resalto el divertido cameo que se nos muestra en la parte final de la película.