Un producto provocativo y absurdo que te permite pasar el rato sino te ofende. Va de la excelencia a la mediocridad, de lo profundo a la superficialidad. Un buen intento revestido de mucho color. Un discurso fiel al postmodernismo que nos embriaga, una buena historia que afloja y termina mediocre por complacer el discurso imperante en vez de ceñirse a ser una buena historia que contar. Pero, terminé disfrutando mas que sufriendo. Asi que la recomiendo.