Para mà es un cuento largo por su estructura esquemática, porque no ahonda en los personajes, que son muy pocos, tiene una sola lÃnea argumental, muy escasos diálogos, como en todas las obras de GGM, en las que predomina la narración, carece de otras historias o subtramas paralelas que confluyan como en la novela, no tiene mayor tensión. No es de ninguna manera, novela corta. Me sucede con GarcÃa Márquez, leyéndolo hoy, que su obra no crece con el tiempo, al contrario, se vuelve anacrónica en su lenguaje, nada fresco, arcaico, pesado. Me costó leerla sin que el sueño no acudiera en mi auxilio. Todas sus obras, especialmente, Cien años de Soledad, -sobrevalorada, a mi modo de ver, y mÃtificada- requieren un esfuerzo para leerlas, por densas, tediosas, habitadas por personajes con falencias en su construcción. Son verdaderos ladrillos. Me han gustado más las adaptaciones teatrales que se han hecho de El coronel no tiene quien le escriba, que la propia obra literaria. Especialmente la de Carlos Giménez del grupo Rajatabla de Venezuela en los años 80s. Me pregunto, si a Gabriel GarcÃa Márquez no le hubieran adjudicado el Nobel de literatura, habrÃa trascendido y serÃa el mito intocable en que lo convirtieron los crÃticos y el marketing. CreerÃa que no. Es el problema de mitificar, porque los pedestales suelen ser más altos que el mismo Ãdolo.