Vertebreaker Smash

Nolan, es un gran director, es soberbio en su dominio del arte. Pero su mala idea fue juntarse con un guionista que la mitad de las veces hace buen trabajo y la otra mitad hace unas mierdas inexcusables, como lo es David Goyer. A pesar de las correcciones, se notan sus puntos débiles al momento de usar pseudociencia para explicar los McGuffins de la trilogía, no supo zafarse del cliché de que la primera película de un superhéroe tiene que ser mitad historia romántica, y sus diálogos repetidos son ya infames. ¿Lo peor, en mi punto de vista? El Joker. No por faltarle al respeto a Heath Ledger (que Dios lo tenga en Su santa gloria), su actuación es portentosa. Pero desde la primera vez que vi The Dark Knight supe (y este año al fin lo confirmé por una entrevista) que habían iniciado escribiendo el guión como una película sobre Two-Face, basada en su versión de The Long Halloween, y que ya con un gran avance y poco tiempo para volver a iniciar el guión, se vieron tentados a volverla una película del Joker... sin volver a reescribir al villano. De ahí que nada más cambiaron las acciones de Harvey Dent por las del payaso criminal. Lo tenía clarísimo, desarrollándose frente a mis ojos. En los comics, particularmente el citado, el Joker no hace nada de lo que vemos en pantalla, es prácticamente un personaje terciario. Quien le prende fuego a una cantidad pendeja de dinero de la mafia en una bodega, es Harvey. Quien mata a la chica de Harvey es Two-Face. ¿Y los crímenes basados en dualidades, una bomba con la damisela en peligro y otra con el rival de amores de Batman? ¿Tomar rehenes en un barco lleno de inocentes, y otro lleno de criminales? ¿Ponerle una pistola en la cabeza a alguien y dejar que una moneda sea quien decida si vive o muere? NO son temas e historia del Joker, son de Harvey Two-Face. Ni siquiera son bromas, este es un Joker que de primera impresión parece caótico, sí (y no lo es), pero jamás chistoso, jamás artístico. Disciplinado, paramilitar, planificador, experto en teoría del juego. Tiene un plan y lo sigue, ni Goyer se dio cuenta de a quién se refería Alfred con que hay quienes "solamente quieren ver al mundo arder". Pista: nop, no es el Joker. Como es costumbre (o era, antes de Jared Leto), el Joker siempre le robaba la película a Batman, y eso no estaba mal. Lástima que también le robó el modus operandi a Two-Face. Ya en la tercera entrega al menos se basaron mucho más en un clásico, Historia de Dos Ciudades, de Charles Dickens, pero eso es un tema para otra noche.