La serie es preciosa. Hay cosas que apuntar, pero es preciosa. En prácticamente todas las escenas he sido un mar de lágrimas. Sí que es cierto que no es muy acertada la forma en la que se tratan las dolencias mentales. Se partía de una buena intención, pero se ha terminado desembocando en el estigma actual y en la invisibilización de las mismas. Una pena. De todas formas, vale la pena verla.